El 12 de agosto es un día emblemático para los ecologistas, pues se celebra el Día Mundial del Elefante, una de las especies bandera del reino animal.

Fue la Fundación para la Reintroducción de los Elefantes la encargada de impulsar la celebración de esta fecha, pero con el pasar del tiempo son muchas las organizaciones sociales e institucionales alrededor del mundo que se han plegado a su celebración.

Con el Día Mundial del Elefante se busca fomentar el conocimiento y concientización sobre las muchas vulnerabilidades a las que está expuesta esta especie; situación que se refleja en uno de los datos más críticos con respecto a ella: actualmente hay menos de un millón de ejemplares vivos en todo el mundo.

Las razones de esta reducción poblacional tan drástica son variadas, y van desde su cacería indiscriminada y la ocupación de los ecosistemas donde habita hasta su captura para mantenerlos en cautiverio en circos y zoológicos.

En distintas regiones de África, que es donde se registra la mayor presencia de elefantes en el mundo, está el mayor mercado ilegal de marfil, y es que una de las principales fuentes de materia prima de este mineral en dicho continente descansa en los colmillos de los elefantes, que son cazados indiscriminadamente para la exploración de marfil.

El Día Mundial del Elefante ha traído a la palestra la discusión y la búsqueda de soluciones asociadas a todas las problemáticas que afectan a los elefantes alrededor del mundo, y muchas ONG han consolidado estrategias de conservación efectivas, permitiendo el ascenso del debate a instancias como la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Desde el Instituto Nacional de Parques nos apegamos a la celebración de esta fecha, pues consideramos que Día Mundial del Elefante y otras efemérides similares constituyen una visión altruista y una línea de acción efectiva para preservar el equilibrio ecológico y todas sus aristas a lo largo y ancho del planeta.

Prensa Ecosocialismo (Minec) / Dirección Regional Inparques Mérida / Texto: Carolina Dávila.