Los manglares son reconocidos por ser ecosistemas costeros típicos de las zonas tropicales y subtropicales, representantes de gran riqueza de biodiversidad natural.
El Instituto Nacional de Parques (Inparques), ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo (Minec), a través de La Dirección Nacional de Formación como todos los martes de educación ambiental, realizó un Forochat sobre: “El Día Internacional de La Conservación del Ecosistema Manglar “a través del ponente Dimar Vera.
El nombre Manglar, se debe a los árboles que le dan forma y que proviene de la voz caribe o arahuaca, e incluso el guaraní y en español significa: Árbol Retorcido, con dos tipos de ambientes terrestres y marinos.
Es uno de los elementos más importantes de las costas por su papel en el mantenimiento de la biodiversidad, retención de nutrientes, protección y estabilización de las líneas costeras, preservación de la calidad del agua, regulación del clima y prevención de la erosión, así como en el aseguramiento de la sostenibilidad de la pesca, ya que constituye una zona de desove, crianza y desarrollo de diversidad de especies.
En Venezuela los manglares constituyen bosques especiales en las zonas costeras del norte y el oriente del país.
Se distribuyen en las desembocaduras de los grandes ríos que surten el Golfo Triste, Golfo de Cariaco, Lagunas de Piritu, Unare, Tacarigua y Carenero, Costa de los estados Carabobo y Falcón hasta chichiriviche, alrededor del Lago de Maracaibo y en el Delta del Orinoco.
Estos se desarrollan generalmente en lugares de abundante precipitación anual, pero también se encuentran en áreas de gran aridez.
Y poseen una extensión cubierta por los bosques de manglar unas 200 a 300 mil hectáreas, debido a la heterogeneidad de las costas venezolanas en términos de relieve, clima, energía, del oleaje, amplitud de mareas, sedimentación y salinidad el patrón de distribución de los manglares es irregular.
Los manglares son importantes porque conservan diferentes especies de tipos vegetales que necesitan de estos hábitats para poder crecer y desarrollarse así como desalinizan las aguas que ingresan en tierra firme formando así reservorios en las zonas interiores contribuyendo a mitigar los efectos del cambio climático.
Además producen una gran cantidad de materia orgánica como hojarasca, también filtran las aguas reteniendo desechos y sustancias tóxicas para que las mismas no lleguen a los mares.
Prensa Ecosocialismo (Minec) / Dirección Regional Inparques Caracas / Texto: Frenck Esteves.