No cabe duda que Venezuela es un país rico en recursos naturales, los cuales deben ser resguardados de las acciones irracionales que muchas veces se cometen sin pensar en las consecuencias.
La Culata es el nombre que recibe una de las dos sierras en que se divide la cordillera de los Andes en su paso por la parte central de la zona andina de Venezuela entre los estados Mérida y Trujillo.
En el estado andino hay 70 picos, con elevaciones mayores a los 4 mil 300 metros.
De este total, 45 pertenecen a la Sierra del Norte o La Culata, 14 a la Sierra Nevada y dos a la Sierra de Santo Domingo.
El Páramo La Culata se encuentra en el Parque Nacional Sierra Nevada al norte de la ciudad de Mérida.
A una altura de 4.
173 m.
s.
n.
m.
, el Páramo La Culata es uno de los más elevado en Venezuela.
Es un lugar único y memorable, además del recorrido netamente turístico, encuentras la naturaleza en su máxima expresión, después de estar ahí conocerás la magia de Mérida.
Es un sendero especial con caminos de ensueño, hermosos parajes merideños que escenifican prodigiosamente la grandeza de las tierras andinas.
Es el punto donde las inmensas montañas yacen imponentes, dominando el paisaje lleno del espectacular verdor característico de la zona.
El clima es de páramo, así que hay que llevar buen abrigo.
La fauna se caracteriza por la presencia de especies singulares que se adaptaron a las condiciones extremas de vida de la zona, la cual es considerada por los científicos como de “estrés hídrico”.
Las aves y anfibios habitan abundantemente la región.
En esas frías aguas, la trucha crece mejor que en cualquier otro lugar.
Por ello, la truchicultura es una de las actividades más importantes allí, siendo junto con la agricultura las actividades económicas de mayor relevancia.
El sabor de esas truchas es incomparable, son célebres por su deliciosa carne y su hermoso aspecto.
El páramo fue parte de una extensa recesión glacial que ocurrió durante el último periodo glacial, esta deglaciación ocurrió en dos partes, la segunda de ellas se extendió por el pleno corazón del páramo.
Predominan las sabanas, la vegetación rastrera y los frailejones, especie que únicamente se da en estos pisos térmicos y que sólo florece una vez en el año.
Un portal turístico describe el ambiente como: “El aroma a frailejón que invade el aire andino y la paz e inmensidad de esta sierra hace despertar la sensación de espiritualidad, reverencia y de quedar diminuto ante la majestuosidad de los valles y montañas que ha imbuirse en una sola sinfonía de clorofila y bellezas autóctonas en su vegetación, clima y lagunas.
Los parajes casi vírgenes que evoca el espíritu de aventura y de guardar un recuerdo del páramo de la Culata”.
Prensa Ecosocialismo / Minec / Inparques / Carla Sons